sábado, 31 de diciembre de 2011

Triste canción de amor, de Sharif

Tan valiente y tan cobarde mi canción, que siempre llega tarde para pedirte perdón, con esta pobre y vana pretensión de pagarte con palabras las deudas del corazón. Te vengo a devolver lo que me diste, todo lo que hiciste por este corazón gris que tuviste; te quiere regalar un verso triste, una canción de amor para el amor que ya no existe. Mejor dejémoslo en empate, el amor se fue y ninguno pagó su rescate. (¿Lo malo?) Lo malo es la nostalgia y su debate; el corazón ya va mejor, solo me duele cuando late. Y ahora todo lo que tengo es un papel y el eco de tus besos resonándome en mi piel. Ya perdí mil primaveras y el orgullo por buscar en otros ojos la luz que tienen los tuyos. Yo te juro decir toda la verdad; a veces, hay que perder para ganar, creces, cuando te sabes levantar. Esta vez ya no hay disfraz ni la sed de la ansiedad. Todo por vivir, todo por sentir, ya se fue el dolor de mi alrededor, hoy te quiero escribir una canción de amor. Todo nace y se marchita, el amor muere y resucita. Enseñan más las horas que los años, los besos de los labios del amor cuando hace daño. Culpable de mis pecados, lo confieso, qué le voy a hacer siempre me vendo por un beso. Cuántas palabras y crueles cicatrices, y al final lo que más duele es el te quiero que no dices. Te recuerdo, despacito y sin ayuda, con el brillo de tu cuerpo cuando suda. Siempre nos quedará una luna muda y el tibio escalofrío de los versos de Neruda. Ante tus labios de carmín deja que brinde por el amor y su motín cuando el dolor al fin se rinde. Créeme cuando te digo que quiero que seas feliz aunque no sea conmigo.

domingo, 4 de diciembre de 2011

Estamos mal

Si me caracterizo por algo es por no ser constante en la mayoría de las cosas. Es como cuando empecé a tocar el piano o a jugar al tenis, y al tiempo me cansé. Como cuando mi sueño de jugar al baloncesto se vio truncado por yo que sé qué historia que se me pasó por la cabeza en aquel momento de mi vida. Como el escribir historias y dejar de hacerlo tan solo porque la inspiración desapareció (hace ya muchos años). Como los mil idiomas, como atletismo, como...
En estos momentos siento las ganas de abandonar de nuevo. Querría chillar y golpear algo, tan solo, por pensar en que quiero abandonar esto mucho antes de empezar. Estoy tan confusa y tan desorientada que no sé dónde meterme, que no sé qué hacer. Abandonar es la opción más fácil y, a la vez, la más difícil. Sentarme a esperar y ver la vida pasar me parece la opción menos apetecible, y seguramente, será por la que opte... sin querer. Coger al toro por los cuernos me lo planteo, pero nunca conseguiré tal hazaña.
Creo que si abandono una vez más, no me lo perdonaré jamás. Si espero sentada a que pase lo que tenga que pasar, no me lo perdonaré jamás. Si me lanzo al abismo por algo que realmente quiero, no tendría un cien por cien de éxito asegurado, pero al menos lo habría intentado y estaría satisfecha conmigo misma. Claro que otro rasgo que me caracteriza es mi miedo a que me salgan mal las cosas.


AnNikopolidis