Las musas están muertas,
la inspiración no llega,
la imaginación está tan atrofiada
por el paso del tiempo
que nada más allá de la propia "objetividad" es válido.
No me gusta pensar en que
no podré escribir nunca un gran poema.
Tengo la imaginación tan comprimida
en el último desván de mi cabeza
que nunca podré hacer una buena rima.
No me gusta pensar en que
mis sentimientos siguen tan escondidos
como el secreto más grande que haya podido ser guardado,
como un niño refugiado en un armario jugando al escondite.
No me gusta admitir que
mi imaginación está guardada bajo llave, que
mi inspiración vuela por lugares a los que no puedo llegar, que
mis musas murieron cuando murió mi niñez.
AnNikopolidis